CARTA A LASQUETTY DE UN COMPAÑERO

DESDE EL ENCIERRO DEL HOPITAL DEL HENARES AL CONSEJERO DE SANIDAD DE LA COMUNIDAD DE MADRID.

Buenas noches Javier. 

Han pasado ya más de 128 días desde que decidiste mandarnos un correo electrónico a los trabajadores de la Sanidad Madrileña para informarnos sobre la puesta en marcha de un plan para hacer sostenible la Sanidad en Madrid, eran las 23:46 del tres de Noviembre de 2012, vísperas de un magnífico puente laboral. Esa misma noche te respondí.

Me tienes preocupado Javier, te lo digo de corazón. Eres un magnífico profesional, confío en ello, al igual que confío en tu talento y esfuerzo, y en el de todos las personas que ostentáis cargos de responsabilidad en la CAM. Nos habéis embarcado en un experimento de enorme envergadura y creo que saldremos todos seriamente damnificados del mismo, y vosotros también, ya que sois los responsables directos.

Permíteme, Javier, que te comente el mayor error que veo en el citado plan:

Justificas tu decisión bajo criterios económicos, lo cual resulta magnífico en la empresa privada, pero para un Servicio Público Esencial, con un sólido basamento ético y de naturaleza solidaria y equitativa, y cuyo fin último es velar por la salud de las personas y salvar sus vidas llegado el caso, es claramente insuficiente. Es más, estamos hablando de un servicio que los madrileños nos otorgamos los unos a los otros vía impuestos, y que consideramos ESENCIAL E IMPRESCINDIBLE. Recuerda que primero la salud, luego el dinero (esto es Universal, y se entiende en todas las culturas). No se puede justificar un cambio de modelo sanitario solo con el argumento económico. No es suficiente. Y si es necesario, habría que ver en que términos.

Sabes muy bien, Javier, que en el ámbito sanitario existen unos criterios muy estrictos y rigurosos para poner en marcha cualquier proyecto de investigación. Hay que justificar, asegurar y responsabilizarse de todo, hasta el más mínimo detalle. Pasar unos cuantos comités (el ético el más importante) y, finalmente, asegurarse de que durante su realización no se causen daños a las personas, pasando igualmente innumerables filtros y controles, Y así debe ser. No estamos hablando de maquinaria industrial, trabajamos sobre seres humanos, con su salud y su vida, el mayor bien que podemos poseer.

Te hago una pregunta. ¿Cuántos comités de evaluación pasó tu plan? ¿Cuántos estudios previos? ¿Has tenido en cuenta la revisión bibliográfica?... sería una tarea casi enciclopédica enumerarte la bases y requisitos de la investigación biomédica. Solo te pido que recuerdes el Preámbulo de la Ley 14/2007, de 3 de julio, de Investigación biomédica.

Ya se que tu plan no es un proyecto de investigación, y eso es lo realmente grave, que ni siquiera ha habido una investigación e implementáis un plan que afectará a no menos de seis millones de personas. Incluso para trabajar con cobayas se exigen mas medidas cautelares y de procedimiento que las que tiene tu plan de sostenibilidad. ¿Millones de personas no merecen para ti ni el respeto que se muestra por una rata de laboratorio?

Ya se, Javier, que no quieres mostrar el estudio que avala las cifras de ahorro económico que sustentan vuestro plan, pero estoy seguro que serás capaz de demostrarnos a todos los madrileños que la puesta en marcha de dicho plan reducirá el número de muertes por enfermedad, el número de personas que enferman, que mejorará la atención sanitaria a los discapacitados y drogodependientes, etc. etc. De eso se trata, de mejorar la salud de los madrileños, que enfermemos menos, vivamos más y en mejores condiciones psicobiosociales. Para eso sirve un Sistema de Salud, entre otras cosas. ¿Puedes garantizar que tu plan disminuirá la tasa de mortalidad en los pacientes que atienda el Sistema de Salud tras la puesta en marcha de tu plan? ¿Qué garantías nos das a los madrileños de que no aumentará el número de muertes? ¿Qué estudio lo avala? ¿Qué organismos externos e independientes garantizarán los derechos de los madrileños frente a los posibles daños que pueda causar tu plan?... cualquiera de esas preguntas sin responder y sin avalar por un metódico y riguroso estudio científico, y sin el respaldo de un comité ético, no pasaría ni el primer filtro de un estudio básico en cobayas. ¿Y tú quieres poner en práctica unas medidas que afectaran a la salud y la vida de no menos de seis millones de personas?

Y es por todo esto, Javier, que estoy preocupado por ti. Creo que no has valorado bien que la puesta en marcha de tu plan puede matar a personas, miles de personas. Y tú, Javier, y quienes te avalan, y quienes te ordenan, y quienes te obedecen, y quienes te aplauden, tendréis que llevar sobre vuestros hombros las muertes, con nombres y apellidos, de esas personas que, posiblemente, morirán por la puesta en marcha de vuestro plan. Y sobre eso si hay datos, y estudios. Y si no son concluyentes, habrá que hacer más estudios, pero los experimentos, Javier, con la gaseosa.

Espero de todo corazón equivocarme. Y espero poder pedirte perdón cuando, dentro de 10 años, rigurosos e independientes estudios científicos avalen tu plan y nos demuestren que mejoraste la salud de los madrileños y salvaste vidas humanas. Y además, pero siempre secundario cuando está en juego la vida de un ser humano, ahorraste un montón de millones a las arcas públicas.

Si no es así, si muere gente por tu plan, que Dios te bendiga con la muerte, porque no imagino peor castigo que vivir sabiéndote responsable del sufrimiento, dolor y muerte de quienes pusieron en ti la responsabilidad de velar por sus vidas.

Un saludo Javier, desde el encierro del Hospital del Henares.

Jesús Díaz
Fisioterapeuta.